El Templo del Mal Elemental

Este es el blog oficial de la partida de HackMaster de las Sirenas, auspiciados por la asociación de rol El Dirigible, en Sevilla. Dirigida por Carlos Burón, en esta dura campaña de Gary Gigax los jugadores, conocidos como Los Errantes, sudan sangre y fichas de personaje enfrentándose a las fuerzas del Templo del Mal Elemental. Aquí podrás encontrar resúmenes, informaciónes varias, y (espero) material que aporten los jugadores. ¡A leer!

domingo, 7 de junio de 2009

Necrófagos y Chorizos

Resúmen 06/06/2009
por 3J


Almeth y Duncan permanecían paralizados, viendo horrorizados como los necrófagos intentaban montarse un festín con sus tripas mientras Awaie y Daralhar pensaban a toda prisa alguna forma de librar a sus compañeros del funesto destino que les aguardaba. Haciendo acopio de toda su suerte, Daralhar lanzó una bolsa de harina a la antorcha que descansaba a los pies de los necrófagos, envueltos en grasa, provocando una deflagración que acabó con las ansias de carne de las criaturas, además de con la no-vida de algunas. Apoyado por los certeros disparos de Awaie, consiguieron contener y destruir a la mayoría de los enemigos hasta que Duncan recuperó la movilidad, haciéndolos huir despavoridos con una expulsión. Segundos después, Almeth podía moverse de nuevo, y los cuatro errantes entraron en la habitación con el objetivo de aniquilar completamente a los pocos no muertos que quedaban. Cuál sería su sorpresa al descubir una tercera puerta en la habitación que no habían podido ver hasta entonces, y por la que en ese momento entraban varios necrófagos más, tal vez en ayuda de sus congéneres, o con la simple intención de robarles el festín.
Los errantes, de acuerdo en que no se encontraban en condiciones de prolongar la lucha, se batieron en retirada hacia el piso superior, pero el peso del equipo de Duncan, así como el estorbo de su armadura, hicieron que algunos necrófagos los alcanzaran tras subir las escaleras. En un instante, Almeth estaba paralizado de nuevo, y podría haber tenido consecuencias fatales si la expulsión que realizó Duncan no hubiera funcionado. Por suerte para los cuatro, el poder de San Cuthbert se canalizó en todo su esplendor, haciendo a las viles criaturas arrastrarse a los oscuros y mugrientos nichos de los que habían salido.
Tras horas de deliberaciones y descanso, los errantes decidieron acercarse a Nulb para reparar sus armas y armaduras, y de paso, para contratar algunos mercenarios que les ayudasen a limpiar el cubil de los muertos vivientes. La primera conversación tuvo lugar con Otis, en principio para reparar las armaduras, pero cuando le contaron a Otis lo que estaban haciendo en realidad, éste se ofreció a ayudarlos a cambio de una parte de los tesoros que encontraran. Por desgracia, a Awaie y Daralhar no les parecía un precio razonable, y, tras un rato de discusión, Otis terminó echando de su casa a los errantes y retirando su oferta.
Más tarde, los errantes se dirigieron a la lonja, donde Duncan tuvo que amenazar a un borracho que le faltó al respeto lanzándole una bebida. Antes de que se dieran cuenta, la noche había caido sobre el asentamiento. Mientras decidían si entrar en la posada para hablar con los piratas e intentar contratarlos, los errantes repararon en un numeroso grupo que se acercaba a ellos, formado por la más baja calaña de Nulb. Al principio, como no querían problemas, empezaron a retirarse con el fin de evitar confrontaciones, pero las amenazas y fanfarronadas de meros rateros y chorizos hicieron enfurecer al grupo, que comenzó el combate contra la mayor cantidad de enemigos que jamás habían visto, más de 30. Pronto, Petia y Duncan se vieron rodeados, con la espalda contra las construcciones de madera que servían a los comerciantes para mostrar su poco apetecible género, mientras Daralhar y Awaie sacaban el máximo provecho que podían de sus artes mágicas y ataques a distancia. En pocos segundos, varios enemigos se encontraban dormidos, otros tantos luchando entre sí por unas cuantas monedas que Petia arrojó al suelo, y el resto se decidía entre unas hadas fantasmales y las cabezas de Petia y Duncan, aún así, parecía difícil salir de allí contra tantos enemigos...
De pronto, más flechas llegaron por la retaguardia de los chorizos, y un torbellino de furia en forma de enano berserker comenzó a hacer papilla a algunos enemigos. Gloin, junto a dos nuevos fichajes, Beriel y Sandor, fueron el peso que desequilibró la balanza moral de los rateros, que salieron espantados, abandonando a sus compañeros dormidos junto a su orgullo. Tras las presentaciones pertinentes y un incructuoso interrogatorio, los errantes entraron en la taberna, con el fin de contratar a algún pirata que hubiera visto su valía en la anterior lucha, pues todos habían salido a la puerta a observar el espectáculo. No obstante las cosas no fueron como se planeaba, y después de haber empezado una lucha verbal contra el jefe de los piratas, Gloin lo retó a un duelo a puños, lo cual vino bastante bien, pues los pertrechos del capitán pirata tenían aspecto de ser mágicos, pero no fue tan bien como para cambiar el resultado de la lucha, pues el jefe pirata se alzó victorioso varios minutos más tarde.
Al día siguiente, Awaie, Daralhar y Duncan aprovecharon la presencia de Gloin, Beriel y Sandor para hacer una rápida incursión en la habitación de los necrófagos, que resultó con la muerte definitiva de algunos de los no muertos. Mas como estaban exhaustos por las continuas luchas de los ultimos días, se retiraron tras expulsarlos una vez más.

No hay comentarios: