El Templo del Mal Elemental

Este es el blog oficial de la partida de HackMaster de las Sirenas, auspiciados por la asociación de rol El Dirigible, en Sevilla. Dirigida por Carlos Burón, en esta dura campaña de Gary Gigax los jugadores, conocidos como Los Errantes, sudan sangre y fichas de personaje enfrentándose a las fuerzas del Templo del Mal Elemental. Aquí podrás encontrar resúmenes, informaciónes varias, y (espero) material que aporten los jugadores. ¡A leer!

martes, 24 de marzo de 2009

Fracaso en el Asalto a la Tienda

Resúmen 21/03/2009

La batalla pintaba muy mal. Dunckan estaba muerto, Llagular arrastraba su cadáver estando el mismo en las últimas, y Merya estaba al borde del colapso en su duelo particular con Rannos. Calmert estaba dispuesto a pelear, y Elmo, aunque no era su día, había parado todos los golpes de Gremag, sin embargo los Errantes decidieron huir como alma que lleva el diablo. Salieron por la puerta a toda velocidad, y los mercaderes les dieron caza hasta la puerta, momento en el que la cerraron de golpe quedándose dentro, no sin antes despedirse con un "Iuz os maldiga desgraciados!".
Mientras tanto, Daralhar había echado a correr con dos Rotweiller detrás. Acabo frente al banco de la elfa Melubb, y en ese instante le dieron caza los perros. Esquivó a uno pero el otro se le enganchó en la pierna con sus mandíbulas de acero. Por suerte, el guarda del banco, aunque reticente, se presto a ayudar. Lanzó su can, otro Rotweiller, contra el que aún no había mordido al elfo, y ambos se quedaron enzarzados en un doble mordisco brutal, sin soltarse. El otro perro le estaba destrozando la pierna a Daralhar, pero llegaron Elmo y Calmert en su ayuda y a hachazos y mazazos consiguieron desengancharlos, aunque el can volvía al ataque. Al final cayó muerto, al igual que su sarnoso amigo, al cual el perro del guarda le arrancó la columna vertebral.
Demasiado heridos para hacer nada, los Errantes se retiraron a descansar, no sin antes mandar a Elmo a que comunicase su situación a Rufus. Llagular llevo a sus dos compañeros de fe al templo, y allí se encontraron con Petia, que había estado ausente varias semanas. Le contaron su situación, y mientras se encargaban de los cadáveres se escucho un jaleo fuera y la paladina fue a ver que sucedía. Una turba de gente precariamente armada, supuestamente la milicia, estaba prorrumpiendo con un ariete en el centro de comercio, liderados por Elmo, Rufus y Terjon. La gente entró a saco y empezó a buscar a Rannos y a Gremag arrasando con todo lo de la tienda, algunos aprovechando para vandalizar y otros para robar. Petia, que se había unido al asalto, no podía consentir semejante conducta, así que se subió al mostrador y entonó un discurso que los dejó a todos firmes y convencidos de como obrar correctamente. Tras registrar, ahora mas comedidamente, el edificio, se llegó a la conclusión de que los malhechores habían huido, al parecer llevándose varias pertenencias consigo. Rufus ordenó que se confiscase todo lo demás y pasase a disposición del Anciano del pueblo.
Precisamente Petia andaba buscando al fraile Terjon, que estaba supervisando el tema, así que lo abordó con varias peticiones. Quería resucitar a Dunkcan y a Almeth, así que le pregunto por los precios, pero al parecer era importante saber que clase de resurrección querían. Terjon dijo que para ello podían comunicarse a través de un ritual con el más allá y presentares las cuestiones directamente. Se fueron al templo, y allí convocaron a los espíritus aún atados al mundo de los vivos. Primero hablaron con Dunqan, y Terjon dejo que Petia hiciese las preguntas, que debían ser tres. La primera fue "¿quieres que te resuciten?" a lo que el Hermano respondió, "si". La segunda fue "¿estás seguro?", a lo que el espíritu visiblemente molesto respondió "QUE SI". El tiempo se acabó porque a Petia no se le ocurrían más preguntas, y Terjon pregunto porque no le había preguntado que tipo de resurrección querían... con Almeth, empezó preguntando directamente eso, y luego que si había visto a St.Cuthbert, a lo que el Guarda dijo que lo sentía muy cerca. Una vez terminadas las preguntas, procedieron a la resurrección. Todo fue sin problemas, y los píos volvieron a la vida, aunque Duncan casi se muere nada más volver porque el veneno permanecía en su sistema, por suerte Terjon actuó a tiempo. Mientras tanto, Daralhar había ido a pedir sanación a Bastongrís, que se la ofreció por un precio.
Pasados tres días, ya recuperados ellos y su equipo que mandaron a reparar, fueron a hablar con Rufus. Querían convencerle de que les dejase llevarse un prisionero como escudo humano, pero el Mirmidón se negó y mucha gente, como Eber, estuvo de acuerdo en que era una cobardía. Los Errantes se estaban marchando rápidamente de la torre, porque ya habían tenido noticia de que Burne quería hablar con ellos acerca de la financiación, pero Rufus también estaba al tanto y los mandó para arriba. Bastante acojonados, comparecieron ante el Brujo que les dijo que estaban despilfarrando sin control sin producir beneficios. De momento se cortaba el grifo de crédito con sólo un margen de 4000 po, hasta que se reportasen unos beneficios de buena cuantía, que como mínimo amortizase al completo la inversión.
Fuera ya de la torre, el grupo decidió que iban a limpiar la casa del foso, o al menos la habitación de Lareth, de tesoros. En un ratón estuvieron allí. El lugar estaba bastante tranquilo y ya no despedía un aura maligna tan poderosa. Se internaron en el subterráneo, pero mientras se aproximaban por el camino, escucharon unos gruñidos y unas risas sarnosas. Se quedaron quietos, y Merya, enfundada en una capa élfica, y Awaie utilizando su invisibilidad innata, se adelantaron por el pasillo a ver que pasaba. Merya se quedó en el umbral del pasillo, y el hada no veía un carajo así que se volvió y busco a Merya a tientas, se tropezó con ella, cayeron al suelo, e hicieron un escándalo de mil demonios. De la cámara siguiente surgieron hombres hiena, que estaban acechando en la oscuridad, y se lanzaron sobre la ahora visible semielfa. Empezaron a repartir hachazos a diestro y siniestro, pero los demás se acercaron y Daralhar tuvo la oportunidad de dormir a los dos que habían podido entrar en el pasillo. En cuanto los otros vieron el tamaño de la fuerza enemiga, salieron corriendo. El grupo ató a las dos bestias dormidas (Merya se enredó ella misma, empezó a hacer mal los nudos y acabó histérica), y se dispusieron a rajarles el cuello, a pesar de las protestas de algunos compañeros por la cobardía y la crueldad de tal acción; ellos proponían hacerlos prisioneros y juzgarlos o dejarles escapar. Merya le rajó el cuello a uno de parte a parte, y entre Awaie y Daralhar le destrozaron la garganta al otro, que se despertó aún vivo. Mientras el animalito atado se ahogaba en su propia sangre pidiendo ayuda, los Errantes discutían sobre la moralidad de tales actos. Al final liberaron a la desgraciada criatura, que huyó sin rumbo.
El grupo siguió avanzando. Ahora tenían que levantar una verja, pero parece que Llagular estaba un poco oxidado y aunque levantó la misma verja el otro día hoy le dio la pájara; más tarde lo volvería a intentar y le saldría sin problemas, pero antes decidieron acercarse a las puertas del principio del subterráneo que estaban tapadas con escombros. Los apartaron y Awaie, que había mejorado mucho su habilidad con la ganzúa desde la última vez que intentó abrirlas, esta vez las forzó con éxito. En el interior había montones de armaduras, capas, armas y provisiones, al parecer eran almacenes de alguna clase. Había grandes cantidades, para una fuerza de al menos 70 hombres, así que tuvieron que hacer varios viajes, y al cabo de tres horas habían cargado todo en el carromato medio sepultando a Darien.
Mientras tanto, en algún triste rincón, un tritón se resecaba sin que nadie le diera alpiste...

2 comentarios:

Lim-Dul dijo...

"Había grandes cantidades, para una fuerza de al menos 70 hombres"

Un dato curioso, teniendo en cuenta que sólo nos topamos con unos 20.

Leído así no parece tanto mamoneo, casi parece todo acción xD

sarya dijo...

diosss!! ahora que lo leo, que triste mi intervención no?? jejejeje, a ver si con tanto tesoro conseguido sacamos algo bueno :)