T2
Introducción
Introducción
La placentera y aparentemente pacifica villa de Hommlet resultó estar llena de intriga, con agentes del Mal escondiéndose en el poblado.
La supuestamente desierta y abandonada casa del foso cercana albergaba un nuevo campeón del cercano templo del mal elemental. Todo esto trajo grandes peligros y dificultades a los miembros de vuestro grupo, pero también ofrecio aventuras, experiencia y riqueza.
Habéis acabado o hecho huir a hombres y criaturas malignas, y los capaces guardianes de Hommlet-Bastongrís, Terjon, Elmo, y el resto de los milicianos-pueden estar tranquilos de que la zona estará limpia de la maldad del templo. Habiendo completado la mayor parte de vuestros objetivos, debéis mirar hacia otra parte en pos de aun mayores desafíos (y recompensas apropiadas). Si los agentes del templo estaban aun activos en Hommlet, entonces debe haber trabajo para vosotros en aquella fuente de retorcida maldad.
A tan solo medio día de viaje a pie, o un par de horas a caballo, al este por el camino alto, descansa la desagradable comunidad de Nulb, y oculto en las colinas cercanas, el Templo. Este vil lugar creo mucho sufrimiento, y trajo ruina y muerte hasta que los campeones del bien lo sometieron y sellaron su poder. Es evidente que el lugar fue dañado pero no destruido, ya que oscuras cosas se arrastraron hacia Hommlet bajo la dirección de alguien o algo que aun acecha en el desmoronado edificio de la Maldad.
Las obras superiores del templo fueron derribadas y destruidas en el asedio final contra sus hordas. Pero a causa del gran poder y la maldad, los conquistadores no pudieron asaltar el templo en si, y tuvieron que sellar sus grandes portales conjurando poderosas protecciones de todas las clases sobre el lugar y el negro laberinto bajo el. Incluso una fuerza tan grande que pudo acabar con el Templo no fue capaz de limpiar lo que acechaba en sus profundidades.
Desde la gran batalla, la zona del templo ha sido ignorada y sus ruinas abandonadas. El cercano pueblo de Nulb ha vuelto a una apariencia de actividad normal- en el mejor de los casos cuestionable, ya que siempre se ha rumoreado que el lugar alberga bandidos, ladrones, chorizos y piratas. Pero igual que Nulb apesta a basura y suciedad, la zona del Templo apesta a la repugnante corrupción y maldad profunda de la que fue invocado. No es de extrañar que ambos lugares hallan vuelto a las andadas.
Cuando el templo estaba en su apogeo, terremotos, tormentas de todo tipo, grandes incendios e inundaciones relámpago destruían las áreas cercanas con aparente caprichosidad. Todo ello ceso cuando el templo fue asaltado y sellado. Habéis sido advertidos de todo esto, e imprecados a buscar en otra parte fama y fortuna. La inquietud que prevalece sobre aquellos que simplemente pasan cerca de las ruinas muestra que aun hay algo retorcido maldiciendo el lugar. Hay mucha mala gente en Nulb, y aun mayores peligros entre las ruinas del Templo.
Sin embargo, el encanto de tal aventura os reclama, atrayendo a vuestro grupo igual que el yunque atrae al hierro. Peligros como la muerte - o destinos incluso peores - no pueden acabar con el ansia irresistible de tesoros escondidos en el profundo subterráneo, de monstruos aun sin derrotar, de misterios por descubrir. Hay susurros de lugares ocultos bajo el intrincado Templo, donde el poderoso mal aun perdura y se mantiene prisionera a las gentes de bien. Con cuidado y astucia, suerte y grandes hazañas, precaución mezclada con atrevimiento y valor, tu y tu grupo podréis sobrevivir para entrar en la leyenda!
Como pensáis tu y tus compañeros superar los peligros del Templo es algo que debéis decidir por vosotros mismos. Es mejor reconocer el terreno desde Hommlet. Basar vuestras actividades en Nulb? intentar hacer un campamento en la espesura cerca de las ruinas? o quizás buscar cobijo bajo el mismísimo Templo? el momento de la decisión es ahora. Es seguro que tanto grandes tesoros como horribles muertes os esperan, por lo que debéis ganar lo primero engañando a lo segundo. La fortuna y los dioses seguro os sonreiran ante tal empresa.
La supuestamente desierta y abandonada casa del foso cercana albergaba un nuevo campeón del cercano templo del mal elemental. Todo esto trajo grandes peligros y dificultades a los miembros de vuestro grupo, pero también ofrecio aventuras, experiencia y riqueza.
Habéis acabado o hecho huir a hombres y criaturas malignas, y los capaces guardianes de Hommlet-Bastongrís, Terjon, Elmo, y el resto de los milicianos-pueden estar tranquilos de que la zona estará limpia de la maldad del templo. Habiendo completado la mayor parte de vuestros objetivos, debéis mirar hacia otra parte en pos de aun mayores desafíos (y recompensas apropiadas). Si los agentes del templo estaban aun activos en Hommlet, entonces debe haber trabajo para vosotros en aquella fuente de retorcida maldad.
A tan solo medio día de viaje a pie, o un par de horas a caballo, al este por el camino alto, descansa la desagradable comunidad de Nulb, y oculto en las colinas cercanas, el Templo. Este vil lugar creo mucho sufrimiento, y trajo ruina y muerte hasta que los campeones del bien lo sometieron y sellaron su poder. Es evidente que el lugar fue dañado pero no destruido, ya que oscuras cosas se arrastraron hacia Hommlet bajo la dirección de alguien o algo que aun acecha en el desmoronado edificio de la Maldad.
Las obras superiores del templo fueron derribadas y destruidas en el asedio final contra sus hordas. Pero a causa del gran poder y la maldad, los conquistadores no pudieron asaltar el templo en si, y tuvieron que sellar sus grandes portales conjurando poderosas protecciones de todas las clases sobre el lugar y el negro laberinto bajo el. Incluso una fuerza tan grande que pudo acabar con el Templo no fue capaz de limpiar lo que acechaba en sus profundidades.
Desde la gran batalla, la zona del templo ha sido ignorada y sus ruinas abandonadas. El cercano pueblo de Nulb ha vuelto a una apariencia de actividad normal- en el mejor de los casos cuestionable, ya que siempre se ha rumoreado que el lugar alberga bandidos, ladrones, chorizos y piratas. Pero igual que Nulb apesta a basura y suciedad, la zona del Templo apesta a la repugnante corrupción y maldad profunda de la que fue invocado. No es de extrañar que ambos lugares hallan vuelto a las andadas.
Cuando el templo estaba en su apogeo, terremotos, tormentas de todo tipo, grandes incendios e inundaciones relámpago destruían las áreas cercanas con aparente caprichosidad. Todo ello ceso cuando el templo fue asaltado y sellado. Habéis sido advertidos de todo esto, e imprecados a buscar en otra parte fama y fortuna. La inquietud que prevalece sobre aquellos que simplemente pasan cerca de las ruinas muestra que aun hay algo retorcido maldiciendo el lugar. Hay mucha mala gente en Nulb, y aun mayores peligros entre las ruinas del Templo.
Sin embargo, el encanto de tal aventura os reclama, atrayendo a vuestro grupo igual que el yunque atrae al hierro. Peligros como la muerte - o destinos incluso peores - no pueden acabar con el ansia irresistible de tesoros escondidos en el profundo subterráneo, de monstruos aun sin derrotar, de misterios por descubrir. Hay susurros de lugares ocultos bajo el intrincado Templo, donde el poderoso mal aun perdura y se mantiene prisionera a las gentes de bien. Con cuidado y astucia, suerte y grandes hazañas, precaución mezclada con atrevimiento y valor, tu y tu grupo podréis sobrevivir para entrar en la leyenda!
Como pensáis tu y tus compañeros superar los peligros del Templo es algo que debéis decidir por vosotros mismos. Es mejor reconocer el terreno desde Hommlet. Basar vuestras actividades en Nulb? intentar hacer un campamento en la espesura cerca de las ruinas? o quizás buscar cobijo bajo el mismísimo Templo? el momento de la decisión es ahora. Es seguro que tanto grandes tesoros como horribles muertes os esperan, por lo que debéis ganar lo primero engañando a lo segundo. La fortuna y los dioses seguro os sonreiran ante tal empresa.
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