Durante muchos años, un culto al Mal Caótico florecía en alguna parte de las costas del Nyr Dyv. Aunque la localización del Templo se ha perdido, estos hechos acerca de el lugar y sus seguidores son conocidos.
El culto estaba basado en la premisa de que las fuerzas elementales del universo son Caóticas y opuestas a la humanidad, y son por tanto (desde el punto de vista humano) Malignas. El Templo del culto buscaba destruir todos los trabajos del Bien y destruir el orden. Sus miembros eran ladrones, asesinos, salteadores y demás. El fuego era tomado como el primer mal elemental, y su inclinación hacia el Caos se ajustaba a la premisa del culto. El agua era igualmente adorada como una fuerza del Mal Caotico incluso mas poderosa, en forma de inundaciones, tormentas, y mares enfurecidos destruyendo costas y buques por igual. El epítome del Mal Caótico, sin embargo, era considerado como la combinación del aire y la tierra, representado por la negrura y correspondiendo con el demoníaco Abismo. Esta combinación era considerada como la negación completa de la materia.
El culto creció rico y poderoso, atrayendo seguidores de la peor calaña y ofreciéndoles seguridad entre los muros de la fortaleza del Templo. Desde esta fortificación saldrían los seguidores a robar, al pillaje, y a convertir en yermas las tierras de alrededor, engordando el culto con el botín de la matanza. Los cautivos de esas incursiones eran traídos al Templo para servir de sacrificios humanos (los niños al fuego, los hombres al agua, y las mujeres al Mal mas oscuro) o como esclavos, encadenados para el resto de sus vidas. Aparte de las obras superiores del Templo, un profundo laberinto bajo el lugar fue construido, pero prácticamente nada se conoce acerca de estas mazmorras excepto que estaban habitadas por una plétora de criaturas servidoras del Mal y el Caos. Se rumorea que un demonio estableció su morada en el nivel mas profundo, para recibir mejor los sacrificios que se le propiciaban.
Al final, los vecinos del Templo se cansaron de estas depredaciones. Todo el Bien, tanto Legal como Caótico, hizo causa común para formar un poderoso ejercito. Sus fuerzas marcharon hacia el Templo, librando dos batallas por el camino. La primera fue concluyente, pensaron las fuerzas que ocuparon las posiciones tras ella, por lo que se ganaron una reputación de victoria y sus filas se engrosaron con las gentes del lugar. La segunda batalla fue una matanza aun mayor de kobolds, goblings, orcos, trasgos, hombres malignos y demás chusma. Tras este triunfo el mismísimo Templo fue asediado, vencido y sus habitantes pasados por la espada. Algunas fuentes dicen que el templo y sus interiores resistieron ante una destrucción total, pero la mayoría dicen que fue completamente destruido para que el culto no pudiera emerger de nuevo y que tampoco nadie pudiera averiguar donde había florecido.
El culto estaba basado en la premisa de que las fuerzas elementales del universo son Caóticas y opuestas a la humanidad, y son por tanto (desde el punto de vista humano) Malignas. El Templo del culto buscaba destruir todos los trabajos del Bien y destruir el orden. Sus miembros eran ladrones, asesinos, salteadores y demás. El fuego era tomado como el primer mal elemental, y su inclinación hacia el Caos se ajustaba a la premisa del culto. El agua era igualmente adorada como una fuerza del Mal Caotico incluso mas poderosa, en forma de inundaciones, tormentas, y mares enfurecidos destruyendo costas y buques por igual. El epítome del Mal Caótico, sin embargo, era considerado como la combinación del aire y la tierra, representado por la negrura y correspondiendo con el demoníaco Abismo. Esta combinación era considerada como la negación completa de la materia.
El culto creció rico y poderoso, atrayendo seguidores de la peor calaña y ofreciéndoles seguridad entre los muros de la fortaleza del Templo. Desde esta fortificación saldrían los seguidores a robar, al pillaje, y a convertir en yermas las tierras de alrededor, engordando el culto con el botín de la matanza. Los cautivos de esas incursiones eran traídos al Templo para servir de sacrificios humanos (los niños al fuego, los hombres al agua, y las mujeres al Mal mas oscuro) o como esclavos, encadenados para el resto de sus vidas. Aparte de las obras superiores del Templo, un profundo laberinto bajo el lugar fue construido, pero prácticamente nada se conoce acerca de estas mazmorras excepto que estaban habitadas por una plétora de criaturas servidoras del Mal y el Caos. Se rumorea que un demonio estableció su morada en el nivel mas profundo, para recibir mejor los sacrificios que se le propiciaban.
Al final, los vecinos del Templo se cansaron de estas depredaciones. Todo el Bien, tanto Legal como Caótico, hizo causa común para formar un poderoso ejercito. Sus fuerzas marcharon hacia el Templo, librando dos batallas por el camino. La primera fue concluyente, pensaron las fuerzas que ocuparon las posiciones tras ella, por lo que se ganaron una reputación de victoria y sus filas se engrosaron con las gentes del lugar. La segunda batalla fue una matanza aun mayor de kobolds, goblings, orcos, trasgos, hombres malignos y demás chusma. Tras este triunfo el mismísimo Templo fue asediado, vencido y sus habitantes pasados por la espada. Algunas fuentes dicen que el templo y sus interiores resistieron ante una destrucción total, pero la mayoría dicen que fue completamente destruido para que el culto no pudiera emerger de nuevo y que tampoco nadie pudiera averiguar donde había florecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario